2006/09/13

 

Viaje a Nihon (Japón) (Parte 1 de 2)

Viajar a Japón es una pequeña odisea más por la duración que por la fatiga del trayecto en sí. El martes 5 de septiembre me levanté a las 4 de la mañana en Barcelona. Tras ducha y revisiones finales, a las 5:10 estábamos mi familia y yo en el aeropuerto de El Prat haciendo cola ante el mostrador (Nota: Elena, aquí va una foto que me tienes que enviar). Como no podía ser de otra manera, nos encontramos a alguien de nuestro pueblo, que tomaba el mismo vuelo hacia Londres pero para enlazar con otro destino. Tras el desayuno y la emotiva despedida, llega el pimer control de seguridad. Para mi mala suerte unos tipos con turbante (y muchos seguidores, algún tipo de líder religioso hindú o algo) bloquearon el control durante no menos de 10 minutos, con el consiguiente retraso a la puerta de embarque. Tras acomodarme a mí y a mis 10 kilos de mochila (portátil + disco duro externo + cámara digital + papeles + correspondientes fuentes de alimentación...), a la carpeta de mi universidad y mi bolso, despegamos a las 7:50 desde Barcelona hacia London Heathrow. A mi lado se sentó una pareja con un recién nacido (Eloy) que se portó la mar de bien durante todo el viaje. Iban hacia Miami.

Dos horas más tarde pero con una diferencia horaria de una hora menos (8:50), llego a Londres. Tras un laberinto de pasillos (connecting flights) llegamos a otro control de seguridad: portátiles fuera de las bolsas, descalzarse, no cosméticos, no líquidos, ... Tras 45 min de cola y 2 min de control, estancia en el duty-free de Heathrow (el vuelo a Tokyo Narita sale a las 13:50). Con putadilla incluída: ¡¡aceptan que pagues en Euros pero te devuelven el cambio en Pounds!! (Y se hacen llamar europeos. Yeah, right...) así que saco el venazo europeísta y me niego a llevar una tercera moneda (con Euros y Yenes tengo más que suficiente). Haciendo números con la diferencia horaria, teniendo en cuenta que son 11horas 30 min de vuelo, deduzco que nos servirán la cena prácticamente después de despegar, así que como algo en un restaurante de Hethrow. Tras desatragantarme los 25€ de sable, voy haciendo tiempo. De merienda tomé otro control de seguridad antes de subir al avión, pero esto se anima: ahora casi todos los pasajeros son japoneses y anima el ambiente.

Volamos en Boeing 747-400 (Jumbo!)
. Los asientos no están mal, lo genial es el entretenimiento: películas y música a la carta (18 canales de pelis y 10 de música), juegos sencillos (creo que en según qué clase de la JAL incluso tienen consolas individuales) y el típico mapita con sobreinformación para los que tienen miedo a volar (no es el caso...).




















A las 9:30 de la mañana aterrizamos en Tokyo Narita. (Continuará...)


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